En un rincón del corazón,
se muere una pena hecha pedazos,
destrozada está desvaneciéndose,
cada minúscula parte que la ha formado.
En un rincón del corazón,
se está gestando a cada paso,
un agradecimiento por el sueño,
permitido y ayudado.
No fueron las espinas
las que me dañaron;
fue la hermosa rosa
que fijo he observado.
No he ahogado la ilusión,
trabajado y orado continúo,
a Dios que mira en mi pecho,
a Dios que nunca me ha abandonado.
se muere una pena hecha pedazos,
destrozada está desvaneciéndose,
cada minúscula parte que la ha formado.
En un rincón del corazón,
se está gestando a cada paso,
un agradecimiento por el sueño,
permitido y ayudado.
No fueron las espinas
las que me dañaron;
fue la hermosa rosa
que fijo he observado.
No he ahogado la ilusión,
trabajado y orado continúo,
a Dios que mira en mi pecho,
a Dios que nunca me ha abandonado.
Hemos elegido esta poesía porque trata d una persona que nunca pierde la fe en dios por muy malos que sean lo momentos q atraviesa en su vida y que sigue creyendo en Él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario